La cultura de lo desechable penetra cada vez con más fuerza en el ámbito de los recursos humanos. La escasez de talento parece tener su origen en las relaciones efímeras que desde hace tiempo empezamos a construir con los objetos, las personas y las organizaciones.
En un pasado nada lejano, un colaborador permanecía décadas trabajando en una misma organización y puesto. Quizá no existía la necesidad, inquietud o competencia para cambiar de empleo con tanta frecuencia; o, tal vez, la relación entre empresa y colaborador era más duradera por la falta de medios tecnológicos para migrar de una compañía a otra con tanta facilidad.
Actualmente, si el colaborador detecta algo que le incomoda, que no lo satisface del todo, o se da cuenta de que en determinado puesto no tendrá el crecimiento que espera, de inmediato abandona el trabajo. Parece no importarle que se quedará sin ingresos durante un tiempo.
Ante la real y cruda escasez de talento en las empresas, el colaborador se siente indispensable. ¿Qué hacer para resolver esto? ¿Cómo captar, desarrollar y retener a las personas que aportarán valor a la organización? ¿Cómo detener lo que parece una lucha de poderes entre empleadores y empleados?
El reskilling o recapacitación y el upskilling o mejora de las cualificaciones, son dos herramientas que hoy en día es posible brindar a los colaboradores, gracias a la innovación tecnológica. Si antes, estas actualizaciones eran posibles de forma presencial, hoy son viables para los colaboradores, estén físicamente o no en la empresa.
Reskilling
Una persona que se postula y obtiene el trabajo deseado, se quedará solamente el tiempo que a ella le satisfaga, mientras crezca personal y profesionalmente; si percibe que llega un tope en su desarrollo, pronto buscará el cambio. Es entonces momento de ofrecerle un reaprendizaje.
A diferencia del aprendizaje, el reaprendizaje implica reorientar; desaprender información, conocimientos, capacidades, habilidades y actitudes, con el fin de reemplazar esas competencias por unas que sirvan para la demanda actual de un nuevo puesto y/o nuevas responsabilidades.
Este reaprendizaje o recapacitación permite un crecimiento y un considerable ahorro de tiempo, dinero y esfuerzo para ambas partes: empresa y colaborador. Sería, en pocas palabras, un reciclaje profesional que evitaría una baja.
Upskilling
Un colaborador actualizado tiene mayor rendimiento y es más productivo; por eso, la mejora continua de una empresa se apalanca de la capacitación constante.
Ahora bien, no pasemos por alto que, hoy en día, para formar y desarrollar al personal en habilidades blandas y duras, también hay que capacitar y alfabetizar digitalmente. El constante cambio tecnológico, que actualmente marca la pauta para la renovación periódica en cualquier terreno del quehacer humano, nos conduce a formarnos en el manejo óptimo de herramientas tecnológicas.
Si hemos aceptado y adoptado un estilo de vida tecnologizado, y cambiamos frecuentemente de teléfonos inteligentes, relojes, equipo de cómputo, electrodomésticos y otros dispositivos que aligeran nuestra vida; usemos también la tecnología para actualizarnos, desempeñarnos mejor y crecer en el ámbito personal y profesional.
El e-learning o enseñanza virtual, que da soporte a la formación y capacitación del talento, es una de las herramientas tecnológicas de recursos humanos que mejor combate la rotación de personal.
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